¡Espada de dos filos
es, Señor, tu palabra!
Penetra como fuego
y divide la entraña
¡Nada como tu voz,
es terrible tu espada!
¡Nada como tu aliento,
es dulce tu palabra!
Tenemos que vivir
encendida la lámpara,
que para virgen necia
no es posible la entrada.
No basta con gritar
sólo palabras vanas,
no tocar a la puerta
cuando ya está cerrada.
Espada de dos filos
que me cercena el alma,
que hiere a sangre y fuego
esta carne mimada,
que mata los ardores
para encender la gracia.
Vivir de tus incendios,
luchar por tus batallas,
dejar por los caminos
rumor de tus sandalias.
¡Espada de dos filos
es, Señor, tu palabra! Amén.
FUENTE: LITURGIA DE LAS HORAS
Precioso Maria, paso por aqui para darte un abrazo y que tengas un feliz domingo. un abrazo
ResponderEliminarMaria todo una belleza siempre tan detallista feliz domingo.
ResponderEliminarSaludos desde
Abstracción textos y Reflexión.
Hermosa entrada María!.. Feliz domingo, y buen inicio de semana. Abrazos
ResponderEliminarQue maravilla poder leer esto Maria, genial tu entrada, cuanto bien para empezar con fuerza una nueva semana. Un bezaso.
ResponderEliminarPalabra de doble filo, que separa,
ResponderEliminardivide, que penetra como fuego.
¡Que gran verdad! Gracias María
por esta entrada tan iluminada.
Un abrazo.
Bendiciones!!!
Gracias!!!
ResponderEliminarUn abrazo.
¡¡Hermoso!!
ResponderEliminarLa palabra puede ser espada y fuerza.
Hermana en Cristo, gracias por tan bella poesía.
Isabel
Un abrazote de los gordos. Gracias por ese incendio....
ResponderEliminarGracias. Besos. Que no se apague ese fuego.
ResponderEliminar