martes, 8 de octubre de 2013

Aquella persona.


Que con su manera de ser, me ayudó a ser mejor persona.

Que inesperada y oportunamente, siempre supo escucharme comprensivamente.

Con quien compartí algunos momentos de alegría.

Que me ayudó a develar mi riqueza interior.

Que con su gran bondad me hizo ser sencilla.

Que descubrí un día y se quedó en mí.

Que, corrigiéndome con cariño, me enseñó otra perspectiva de la vida.

Que con su vida, me animó a luchar.

Que siempre esperó lo mejor de mí.

Que en alguna ocasión requirió de mí.

Que estando lejos, la sentí cerca.

Que con su desacuerdo, descubrió mi verdad.

Que siempre me animó a ver lo positivo.

Que con su necesidad, hizo  que me sintiera única.

Que con su experiencia interior me ayudó a conocer más a Dios.

A la que le debo decir gracias…gracias y siempre gracias!!! 

Autor anónimo.

Palabras dedicadas a aquella persona, que tanto me ayudó en estos últimos años.
Estará en mi recuerdo, y pediré siempre a Dios por ella.


lunes, 7 de octubre de 2013

El Rosario.


A veces cuando escuchamos un programa en la radio oímos la voz que habla, mientras que al mismo tiempo se oye una música de fondo. 

Cuando rezamos el Rosario, algo así ocurre. Nuestros labios dicen el Padre Nuestro, Ave María y Gloria al Padre, pero nuestra mente, está pensando en la vida de Nuestro Señor, y se crea un fondo silencioso, una sinfonía de pensamientos.

El Rosario es psicológicamente una de las grandes oraciones, ya que reúne a todas nuestras energías dispersas, la mente, los labios y las puntas de los dedos, en un solo propósito, unificador.

Para aquellos que encuentran difícil la oración, el movimiento rítmico de los dedos induce a pensamientos espirituales.

Para aquellos que están acostumbrados a la oración mental, los beneficios espirituales de una nueva dimensión se derraman en el cuerpo y salen en las puntas de los dedos.

En nuestro tiempo actual no se utiliza esta terapia celestial de oración-de-cuentas.

Una de las razones es por qué la gente de hoy en día esta tan preocupada y temerosa que mantiene su mente demasiado ocupada y sus dedos demasiado inactivos, o bien aprovecha  los ruidos que le llegan de un mundo nervioso.

El Rosario, en cambio, recoge nuestras fuerzas y dispersiones en nuestra mente, en simples pensamientos santos, mientras que los dedos, también se sienten atraídos por el campo magnético de la adoración.

Debido a que se centra todo el hombre hacia un único objetivo, el Rosario puede ser el más grande de todos los tratamientos para los hombres con problemas modernos.

Una leve sospecha de este hecho ha comenzado a penetrar en algunos hospitales. Pacientes nervioso y alterados se les enseña a tejer, para relajar la tensión nerviosa. La desventaja de este tratamiento es que es sólo parcial; la mente del paciente no está involucrada.

Sin embargo, en el Rosario, todas las facultades, la mente, la voluntad, la imaginación, la memoria, los deseos, las esperanzas y los músculos, se dirigen a la Divinidad.

Autor: Arzobispo Fulton J. Sheen

(Libro los Quince Misterios)

sábado, 5 de octubre de 2013

4 años de este blog.


A CAMINAR SIN TI, SEÑOR, NO ATINO

A caminar sin ti, Señor, no atino;
tu palabra de fuego es mi sendero;
me encontraste cansado y prisionero
del desierto, del cardo y del espino.

Descansa aquí conmigo del camino,
que en Emaús hay trigo en el granero,
hay un poco de vino y un alero
que cobije tu sueño, Peregrino.

Yo contigo, Señor, herido y ciego;
tú conmigo, Señor, enfebrecido,
el aire quieto, el corazón en fuego.

Y en diálogo sediento y torturado
se encontrarán en un solo latido,

cara a cara, tu amor y mi pecado. Amén.
(Himno del oficio de lectura)


Gracias Señor por estos 4 años de mi blog, bendice a quien entra a este humilde sitio.
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