Al caer, el torrente no se asombra.
Y los bosques bajan silenciosamente al ritmo del torrente
- pero - ¡el hombre se asombra!
El umbral en que el mundo lo traspasa
es el umbral del asombro
(Antaño a este asombro lo llamaron "Adan")
Estaba solo en este asombro
entre los seres que no se asombraron
-les bastaba existir para ir pasando-
El hombre iba de paso junto a ellos
en la onda de los asombros.
Al asombrarse, seguía surgiendo
desde esta onda que lo llevaba,
como si estuviera diciendo alrededor:
"¡para! - en mí tienes el puerto",
"en mí está el sitio del encuentro
con el Verbo Eterno" -
"¡para, este pasar tiene sentido",
"tiene sentido...tiene sentido...tiene sentido!..."
Juan Pablo II (Tríptico Romano)
Este pensamiento me lo compartió una amiga, haz click AQUÍ para saber quien es.
Hola Maria, pues gracias a tu amiga por el hecho de haber compartido tan lindas palabras de nuestro querido Juan Pablo II, sabes? me contagiaron una especie de calida paz.
ResponderEliminarTe dejo un fuerte abrazo.
No lo conocia, y te agradezco mucho que lo hayas traido aquí. ABRAZOS DE PROXIMIDAD.
ResponderEliminarA mi me transmite mucha paz, me alegro de que te haya gustado y hayas querido compartirlo en tu espacio.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.