domingo, 14 de agosto de 2011

CONSAGRACIÓN DE SÍ MISMO



A JESUS SABIDURIA ETERNA Y ENCARNADA 
POR MANOS DE MARIA

Oh Jesús, Sabiduría eterna y encarnada, oh amabilísimo y adorable Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre, Hijo único del eterno Padre y de María siempre Virgen.

Te adoro profundamente en el seno del Padre durante la eternidad, y en el seno Virginal de María en el tiempo de la Encarnación.

Te agradezco que hayas venido al mundo para librarme de la cruel esclavitud del pecado.

Te alabo y glorifico porque viviste en amorosa obediencia a  María para hacerme fiel discípulo tuyo.

Desgraciadamente no he guardado las promesas y compromisos de mi bautismo y no merezco llamarme hijo de Dios.
Por eso acudo a la misericordiosa intercesión de tu Madre, esperando obtener por su mediación el perdón de mis pecados y la unión contigo Sabiduría encarnada.

Te saludo pues oh María Inmaculada, santuario viviente de Dios en el que ha puesto su morada la Sabiduría eterna para recibir la adoración de los ángeles y de los hombres.

Te saludo oh Reina del cielo y de la tierra a cuyo dominio están sometidas todas las criaturas.

Te saludo oh refugio seguro de los pecadores: todos experimentan tu gran misericordia.

Acepta los anhelos que tengo de la divina Sabiduría y mi Consagración total.

Consciente de mi vocación cristiana yo... (N.N.) renuevo hoy en tus manos mis compromisos bautismales, renuncio para siempre a Satanás, a sus seducciones y a sus obras y me consagro a Jesucristo, Verbo encarnado, para llevar mi cruz con El en la fidelidad de cada día a la  voluntad  del Padre.

En presencia de toda la Iglesia te reconozco ahora, oh María por mi Madre y Soberana

Te ofrezco y consagro mi persona mi vida y el valor de mis buenas acciones pasadas presentes y futuras. Dispón de mí y de cuanto me pertenece sin excepción y a tu gusto para la mayor gloria de Dios en el tiempo y en la eternidad.

Oh Madre del Señor, acepta mi ofrenda y preséntala a tu Hijo. El, que me redimió con tu colaboración, reciba ahora de tus manos el don total de mí mismo.

De aquí en adelante prometo honrarte y obedecerte en todo.

Oh Madre de misericordia concédeme la gracia de poseer a Jesús y de contarme en el número de los que tú amas, enseñas, alimentas, diriges y proteges como hijos tuyo.

Oh Virgen fiel, has de mí un auténtico discípulo e imitador de tu Hijo Jesús para alcanzar por tu protección y ejemplo la perfecta madurez de Jesucristo en la tierra y su gloria en el cielo. Amén

Autor: Pbro. Jacinto Ladido A. 
 

5 comentarios:

  1. Lindo, muy lindo Maria, creo que mas de uno debriamos hecer esta cosagracion...es tan facil caer y tan dificil levantarse. Gracias por compartir.

    Abrazos.

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  2. Gracias Maria por esta preciosa entrada.
    Un abrazo fuerte, fuerte.

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  3. Qué bonita verad Marí del Rayo!
    Buen libro, para leer con detenimiento los del Padre Ladino.
    Un saludo!

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  4. Gracias por tus entradas y por tu blog. Desde la lejanía y con toda la cercanía.... FELIZ JMJ. abrazos.....

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  5. Una oracion preciosa Maria, te recordare en la JMJ un abrazo!

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Gracias por sus comentarios, para mi son muy importantes.

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