martes, 28 de enero de 2014

Oración de súplica, en la enfermedad.


No permitas que yo permanezca en tal lejanía de ti, que no pueda considerar tu alma triste hasta la muerte y tu cuerpo habitado por la muerte, a consecuencia de mis propios pecados, sin regocijarme por sufrir en mi cuerpo y en mi alma.

Aparta pues, Señor, de mí la tristeza que el amor propio podría darme por mis propios sufrimientos y por las cosas del mundo que no se acomodan a los deseos de mi corazón, y que no se refieren a tu Gloria; pero dame una tristeza conforme a la tuya.

Que mis sufrimientos sirvan para apaciguar tu cólera. Haz de ellos una ocasión de salvación y de arrepentimiento para mí. Que, de aquí en adelante, desee la salud y la vida, a fin de emplearla y terminarla por ti, contigo y en ti. No te pido salud, ni enfermedad, ni vida, ni muerte; sino que dispongas de mi salud y de mi enfermedad, de mi vida y de mi muerte para tu Gloria, para mi salvación, y para la provecho de la Iglesia y de tus santos, entre los cuales espero figurar, por tu gracia divina.

Sólo tú sabes lo que me conviene. Eres mi soberano maestro: haz de mí lo que quieras. Dame, quítame; pero conforma mi voluntad con la tuya; y que en una sumisión humilde y perfecta, y que en una santa confianza, me disponga a recibir las órdenes de tu providencia eterna. Haz que yo adore igualmente todo cuanto viene de ti. 

Y, como nada es agradable a Dios si no le es ofrecido por tu mediación, une mi voluntad con la tuya y mis dolores a los dolores que tú has sufrido. Haz que los míos se tornen tuyos. Úneme a ti; lléname de tu Espíritu Santo. Entra en mi corazón y en mi alma, para tomar mis sufrimientos y para continuar padeciendo en mí, lo que todavía te queda por sufrir de tu Pasión, que completas en tus miembros hasta la consumación perfecta de tu Cuerpo; a fin de que, lleno de ti, no sea yo quien viva y quien sufra, sino que seas tu quien viva y sufra en mí, ¡oh mi Salvador!, y para que así, teniendo una pequeña parte de tus sufrimientos, tú me llenes enteramente de la gloria que ellos te han adquirido y con la cual vives con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Así sea.
(Fragmento)
Autor: Blas Pascal.

2 comentarios:

  1. Gracias por acercarnos a Dios mediante la Oración María. Un fuerte abrazo y buen fin de semana amiga.

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  2. Hermosa humildad la que expresas en tu oración.
    Alegrándome en poderte saludar.
    Buen fin de semana.Abrazos.

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Gracias por sus comentarios, para mi son muy importantes.

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