En un principio los pájaros fueron formados sin alas.
Después Dios hizo unas alas y las puso delante de ellos, y les dijo: "Venid, tomad estas cargas y llevadlas".
Al principio vacilaron cuando se les mandó tomar las cargas que había junto a sus pies, pero pronto obedecieron y, cogiendo las cargas con sus picos, las colocaron en sus espaldas para llevarlas.
Los pájaros tenían un plumaje delicioso y sus trinos eran melodiosos.
Podían cantar y sus plumas brillaban en la claridad del sol, pero no podían remontarse en el aire.
Durante un poco de tiempo la carga parecía tan pesada y dura de llevar, pero no transcurrió mucho en que, llevando sus cargas y desplegándolas sobre sus corazones, las alas crecieron de prisa en sus cuerpecitos, y de pronto descubrieron la manera de usarlas y se elevaron en el aire por medio de ellas.
¡Las cargas se convirtieron en alas!
Autor: J. R. Miller
¡Deseo que tus cargas se conviertan en alas!
Gracias, deseo que aguianten mi peso,je,je.
ResponderEliminarUn abrazo María.
Dios sabe lo que hace María, y Él nos da los medios, tan sólo tenemos que saber aprovecharlos. Preciosa tu entrada amiga. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.
ResponderEliminarhttp://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/
Que bonito, me ha gustado mucho. Espero que estés bien. Abrazo
ResponderEliminarHermosa reflexión. Yo tengo una muy parecida en su definición que suelo comentar con mi familia: Si sabemos buscar la ayuda imprescindible para llevarla, nuestra cruz deja de ser de madera pesada para convertirse en gomaespuma, muy ligera.
ResponderEliminarSaludos muy afectuosos y feliz por volver a reecontrarme con mis amigos